Ni que decir tiene que es por todos conocida esta niña. No tan niña ya. Me contaba ayer un ángel de cómo pasar las anginas en buena compañía, y a través de la radio mitigaba su dolor y más que este su pena, por no dejarlo una corte ver la tele tan siquiera un rato. Pues bien, esto me ha traído al recuerdo a este otro ángel llamado Celia. Sí y digo ángel aunque para otros se trataba del mismísimo Luci¿qué?, pero en fin, ellos se la pierden. Y es que los pequeños tienen que ser traviesos, inquietos y sobre todo, como nuestra querida amiga, gozar de una inagotable imaginación.
Yo fui un niño, inquieto, y más que travieso "malo" sin maldad, pero pillo. Para ciento y una entrada darían mis correrías infantiles. Bien puede dar cuenta de ello mi familia. Cada punto de mi frente es una medalla de alguna aventura, je.
Y hablando de ángeles, del de los ojos azules a una Ángela, con mayúscula y voz propia también, de ojos zaínos, guapa a rabiar, con donosura y garbo. Mi querida prima, Ángela. Que bien podría ser alguna de las compañeras de esta Celia, pero de las más buenas. Porque es un cachito de pan como decimos por aquí. A ella dedico esta entrada, a su saber estar, a esa candidez natural propia de las buenas personas. No cambies nunca, niña, sé que no lo harás.
En fin que casi que necesito tener las amigdalas inflamadas para volver a Elena Fortún, la creadora de este personaje entre personajes. Qué poco recordada está esta escritora, desde aquí la reivindico. A leer toca, la garganta creo que me aprieta ya.©
ainss primno, muchas gracias un poco más y me pongo a llorar. Me ha emocionado mucho tus palabras. Muchos besitos guapo y tu si que eres un cacho de pan. ^^
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