jueves, 24 de enero de 2013

Mira qué bonita era...

"Mira qué bonita era" Julio Romero de Torres.


La guedeja en catarata acariciando los hilos de su mortaja. El celeste de las cintas, las flores que también eran, ya no son. 

¿Quién la mira de frente o se sienta con ella a la tarde? 

No la temo, tampoco siento apetencia de gustarla.

Que recorten mis pestañas el día de mi paso, para que ni el roce me desvele. Delante hacia el sueño, de peces o de estrellas, en reposo. 

Dentro de la cal de estas paredes escribí mis poemas que ahora se derraman como guedejas. 

Ligero, con una sonrisa en los labios y en la mano siemprevivas.

Siemprevivas.






3 comentarios:

  1. Post data: con toda la alegría del mundo, eh.

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  2. Cuando leo "guedejas" simultanean por mi cabeza las crenchas, las de pelo endrino. palabras que ya nadie usa, que emplearlas dominando el cabello lo expresan más contundente.
    No me parece triste tu tema, me parece que en la muerte siempre encontró el hombre hasta belleza.
    No hay que disculpar lo que de un sentir emana, es lícito y las siemprevivas, hermosas aun marchitas!!!

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    1. Exacto, Rosa, la literatura, el arte, hace bello cualquier cosa, exquisito, le da vida hasta a la muerte.

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